"Admítelo. No eres como ellos. No lo eres ni de lejos. Alguna vez podrías disfrazarte como uno de ellos, ver los mismos programas de televisión sin sentido al igual que hacen ellos, a veces incluso comer ocasionalmente la misma comida rápida. Pero parece que cuanto más intentas encajar, más extraño te sientes, mirando las "personas normales" como van sobre sus automáticas existencias. Por cada vez que dices frases convencionales como "Que tengas un buen día" y "El tiempo es horrible hoy, ¿eh?". Anhelas en tu interior el decir cosas prohibidas como "Dime algo que te haga llorar", o "¿Para que crees que es un deja vu?. Acéptalo, incluso quieres hablar con esa chica del ascensor. Pero ¿y si esa chica del ascensor (y el hombre calvo que pasa junto a su cubículo en el trabajo) están pensando lo mismo? ¿Quién sabe lo que podrías aprender aprovechando la ocasión de entablar una conversación con un desconocido? Todo el mundo lleva una pieza del rompecabezas. Nadie llega a tu vida por una mera coincidencia. Confía en tus instintos. Haz lo inesperado. Encuentra a los demás..."
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